El color de la yema del huevo depende únicamente de la alimentación que haya tenido la gallina, esto no significa que el huevo se encuentre en mal estado; al contrario, puede consumirse sin problema.
La alimentación de las gallinas está basada en granos de origen natural y en ocasiones se acostumbra a adicionar flor de cempasúchil, que proporciona un color anaranjado intenso al alimento.
El color de la flor se convierte en un pigmento natural que va directamente a la yema del huevo, haciéndola pálida o naranja, y además aporta propiedades antioxidantes.